No les voy a mentir...A veces esta carrera se hace cuesta arriba, las cosas no salen como te gustaría, a veces sentís que remás y remás y el barco no sale del puerto.
También están esas otras veces, esas en que los planetas se alinean y te encontrás arriba de un escenario agradeciendo a dios la suerte que tenés de hacer lo que mas te apasiona en la vida y encima de poder compartirlo con gente que te quiere y te apoya incondicionalmente. Cuando eso pasa te encontras con la necesidad imperante de retribuir ese amor y "quizás porque no soy muy buen poeta" mi forma de devolverlo es cantandolo. Eso me paso en estas tres funciones que tuvimos hasta ahora de "Querido George , Querido Ira" Y mas fuertemente lo sentí en el show de Villa Constitución.
Ya el espacio me tenía sensibilizada. El teatro San Martin, hasta hace 8 meses iba a ser transformado en un supermercado chino. Chocolate y su familia se hicieron cargo y les dieron un año para hacerlo resurgir. Chocolate llevó sus equipos, fruto de sus muchos años de sonidista e iluminador. Su mujer se ocupa de la boletería, Lucas su hijo opera sonido y la otra hija y la nieta (cuyos nombres no recuerdo) dan vueltas por ahí.
Mientras desarmaban el escenario de algún evento anterior recorrí las 3 cuadras del "centro", entré a un negocio de ropa. Unas chicas se probaban vestidos. Finalmente eligen sus prendas, se acercan al mostrador y le dicen a la cajera que se los "anote". La cajera saca un fichero donde procede a anotar las compras de las chicas. Una se ríe y le dice a la cajera que no le vaya a anotar por equivocación algo de la hermana. Mis ojos se salían de sus órbitas... Se puede vivir de otra manera, hay gente confiable aun, buena. Me compre dos vestidos. Volví para el teatro. Me sentía en una película de Campanella...
Se habían vendido muy pocas entradas de nuestro show... aparentemente "competíamos" con un casamiento y una fiesta de 15 !!!! ja!. Ahí apareció Pino un ex productor televisivo que después de alguna desilusión se fue de Capital a radicarse en Villa. Se ofreció a registrar todo el show y luego enviarnoslo... por nada, de onda.
Sumado a esto, toda esta mini gira se hacía gracias al trabajo de Lucrecia, Lily, romi, silvia, que desinteresadamente, porque me quieren y les gusta lo que hago organizaron todo... ¡y como!
Después, tanto en Villa, como el Rosario, como en el Lounge aparecieron, mis queridos delirantes. Estaban los que están siempre y los que siempre vuelven. Viajaron desde distintos lugares para acompañarme, para estar conmigo: Claudia (siempre con una sonrisa) Lina, Ian, las melli, sofi, agus, Fer, mariano, Estefi, Sebas, dandome su cariño. Otros que no habían podido viajar mandaban su afecto, a través de Claudia por mensaje de texto.
Encima sentado a mi derecha en su piano: Jose Luercho. Un musicazo que se subio a mi barquito y me acompaña en todos los sentidos posibles y rema conmigo... compañero y mártir...
En fin, en el ultimo tema de show "tengo ritmo" el cantante se encuentra contando sus bendiciones... "Tengo margaritas, en verdes prados..." y yo me encontré contando las mías. Rodeada de afecto en ese pequeño teatro, haciendo lo que amo, mi hija y "my man" en casa esperandome, con el corazón lleno, sincermente, para que lo entendieran todos a pesar de la barrera del idioma, les canté: "Who could ask for anything more?"
(¿Quien podría pedir algo mas?)
Gracias
Gracias Nati Peñaloza por sacar las fotos y a todos por venir.
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